En los 90 comenzó la producción, a pequeña escala, de las primeras prendas eco y se formaron movimientos cuyo principal objetivo era sensibilizar a la población sobre la importancia de conocer la procedencia de los materiales empleados y el proceso de fabricación de la ropa. Los diseños de aquel momento eran muy sobrios, sin colores, por lo que competir en el mercado de moda convencional se hizo muy difícil.

Desde entonces se ha avanzado mucho en este sentido y existen cada vez más marcas que están compitiendo ya en el mercado textil tradicional. El trabajo de concienciación de pequeños emprendedores ha conseguido que cuestiones como la sostenibilidad ambiental y las condiciones de trabajo justas, se vuelven importantes para el consumidor, que por otro lado no está dispuesto a sacrificar sus gustos.

En España somos cada vez más firmas las que tenemos el reto de acercar la moda ecológica a la gente, renovando nuestros muestrarios con diseños atractivos que cautiven a nuestros clientes y ayudándoles a identificar las prendas que han sido elaboradas ecológicamente.

Actualmente hay tres tipos de certificaciones: Ambientales que garantizan que las prendas son respetuosas con el medio ambiente y establecen límites de residuos tóxicos. Ecológicas que se refieren al proceso de obtención de las fibras mediante agricultura ecológica u orgánica y de  Responsabilidad Social: que garantiza condiciones de trabajo justas en su elaboración.

Con este objetivo, Bichobichejo ha lanzado su nueva web, que incorpora un buscador de producto que permite llegar en un clic a tu selección, ofrece más información sobre las prendas, como es su composición y trazabilidad, ayuda a saber con qué tipo de materiales ha sido fabricada y dónde. “Toda esta información hará posible una compra consciente de tu ropa”.

Otro de los retos a los que nos enfrentamos son los precios; algunos consumidores encuentran la ropa ecológica demasiado cara y es un poco más costosa la primera vez que la compras, pero si tenemos en cuenta que dura más, es posible que a la larga estés ahorrando dinero. La durabilidad se debe a que las fibras de algodón producido convencionalmente se someten a procesos de desgrasado, blanqueado, teñido, suavizantes, lacas, donde se emplean una serie de productos que acortan la vida de la prenda.

Finalmente no se trata de comprar menos ropa, opción válida, sino de cambiar nuestra relación con ella, saber cómo se diseña, conocer los materiales con los que se fabrica, con el fin de ir abandonando un consumo que resulta destructivo para el medio ambiente y las personas.

Tanto de emprendedores como de consumidores depende el cambio, ¡¡sigamos cambiando las cosas!!